Contacta con nosotros

Descarbolixación, todo lo que necesitas saber


Como el camino más corto para llegar al corazón de alguien pasa por el estómago, no es de extrañar que cocinar y hornear sea cada vez más popular. Para disfrutar de sus efectos farmacológicos, hay que descarboxilar el CBD y el THC. O dicho de otro modo: ¡sin calor, no hay efectos!

Descarboxilación es una palabra horrorosa. A muchos de nosotros nos recuerda a aquellas terribles clases de química en el colegio. Pero cualquiera que esté interesado en cocinar y hornear tiene que saber de qué se trata la descarboxilación. 

Se ha demostrado que los cannabinoides ácidos tienen algunos beneficios medicinales propios, pero para que se conviertan en sus formas activas más conocidas, como THC y CBD, deben someterse a un proceso llamado descarboxilación. 

¿QUÉ ES LA DESCARBOXILACIÓN? 


Empecemos por el principio: el cannabis se compone de cientos de cannabinoides. Los más conocidos, el THC y el CBD están presentes en la planta en forma de lo que se conoce como ácidos carboxílicos. Por eso, en esta forma también se les denomina THC-A y CBD-A (‘A’ significa ácido). 

Cuando calientas estas sustancias, el ácido libera una molécula de dióxido de carbono en un proceso conocido como descarboxilación o activación. De hecho, este es el proceso natural de descomposición, y la aplicación de calor sirve sencillamente para acelerarlo.

¿Por qué tienes que descarboxilar? Simple y llanamente porque esta es la única manera de conseguir sus efectos farmacológicos o curativos. 

¡Así se descarboxila correctamente! 

La regla básica es: cuanto más alta sea la temperatura, más rápido se activarán los cannabinoides. Incluso cuando se calienta al vapor usando un vaporizador, solo hacen falta unos pocos segundos para convertir el THC-A en THC.

Descarboxilar consiste en exponerla a altas temperaturas durante un periodo determinado de tiempo. Por ejemplo, para asegurarte de que el THCA se convierta en THC, tendrás que exponer tus flores a una temperatura de entre 105 y 116°C durante 30-45 minutos. Algunas publicaciones sugieren temperaturas de hasta 120°C, pero eso se suele considerar el máximo. 

Es importante no descarboxilar durante más tiempo (ni a temperaturas más altas), para poder conservar los terpenos que le dan su sabor único. Tanto los cannabinoides como los terpenos comienzan a degradarse a partir de los 150°C, por lo que una temperatura de alrededor de 105°C es ideal para conservar toda su potencia y sabor. 

Estas temperaturas se pueden alcanzar mediante distintos métodos, que dependerán en gran medida de tus preferencias personales y de los utensilios de los que puedas disponer. 

0 Reviews:

Publicar un comentario